No digas nada, disfruta del momento. Deja que el silencio sea dueño de la situación y que tu y yo solo seamos marionetas de los impulsos. Solo mira mis ojos. Piérdete en ellos. Demuéstrame que tú, solo tú, eres capaz de hacerme volar y sentir cosas que nunca antes he sentido. Hazme creer que eres el amor de mi vida.
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